Tandil se destaca en turismo de vinos
La oferta vinícola de la ciudad serrana de la provincia de Buenos Aires se desarrolla en 20 pequeños viñedos propios, que permiten participar en degustaciones y encuentros en torno al turismo del vino.
Tandil desarrolla su creciente cultura del vino gracias a sus viñedos y a la asociación que los agrupa, donde se ofrecen degustaciones y encuentros en torno a una copa en lugares emblemáticos de la ciudad.
Más de una docena de espacios ofrecen la posibilidad de vivir una experiencia diferente, ya sea en días laborales o los fines de semana, con degustaciones y maridajes de productos locales y de grandes bodegas del país.
Actualmente, además, en Tandil están empezando a producir vinos las nuevas bodegas surgidas en estos últimos años, con la idea de hacer enoturismo y desarrollos dentro de este segmento. La ciudad es muy visitada por especialistas reconocidos, y grandes empresas mendocinas están interesadas en los suelos particulares de las sierras con el fin de realizar proyectos a futuro.
“Mi deseo es que se logre un terroiren desarrollo, productores con una gran pasión abocada a descubrir los varietales que mejor expresen la zona, y que en un futuro puedan lograr tener una IG (identidad geográfica) en Tandil”, dijo Juliana Mesa, Licenciada en Turismo especializada en enoturismo, que acompaña a la Asociación Productores Vitivinícolas Tandil.
Mesa destacó que la ciudad cuenta con propuestas para poder seguir desarrollando el enoturismo con la impronta propia del lugar. Hoy día son numerosas las propuestas de Tandil en torno al vino: cenas con catas dirigidas por sommelier, after office con opciones más al paso y una gran propuesta de vinos por copa; degustación y maridaje con productos locales, visitas a los viñedos y una feria anual de vinos.
Tandil tiene suelos muy particulares, con una acidez justa, que se vuelve ideal para producir vinos que se destacan. “Los viñedos nuevos todavía están explorando los suelos para saber cuál es la mejor cepa para producir en las sierras. Con la experiencia de otros, la zona de desarrollo se vuelve cada vez más grande e interesante y este nicho se agranda en las sierras. Un ejemplo es el after officeque se lleva a cabo los miércoles, denominado Vinos por Copa. Se trata de un encuentro único que reúne a muchas personas que deciden cortar la semana y vivir junto a amigos un día diferente. Pero este boom de las máquinas expendedoras se replica en varios locales de la ciudad con diferentes propuestas”, explicó la especialista.
A fines del año pasado llegó para quedarse la Feria del Vino a Tandil, un evento que ya dejó su marca y se continuará realizando todos los años.
Por su parte, los hermanos Valeria, Matias y Mariano Lucas, propietarios de Cordón Blanco, relataron que cada vez más visitantes llegan a conocer sus viñedos, en su mayoría mujeres jóvenes interesadas por este nicho.
“Para nosotros es muy importante recibir turistas cada fin de semana, contarles el trabajo que llevamos a cabo, los procesos de las plantaciones y cada detalle del viñedo. Además, hacemos degustaciones en varios lugares y trabajamos conjuntamente con espacios locales donde realizan catas, presentaciones y maridajes. En nuestro viñedo ofrecemos productos regionales para degustar y por supuesto el vino de la casa”, explicaron.
Cordón Blanco está a solo un mes de finalizar su laboratorio y la sala de degustaciones “Debido al crecimiento inmediato de este segmento en Tandil, la idea es permanecer abiertos todos los días para que los turistas comiencen a conocer las plantaciones, cuidados y cepas que son propicias en Tandil, además de visitarnos y conocer nuestro producto”, concluyeron los hermanos Lucas.