Nuevos perfiles de viajeros
El turismo en América Latina evolucionó para ser más accesible y acorde con un estilo de vida digital gracias al acceso a la información en tiempo real, un transporte más asequible y la preferencia de los viajeros por las experiencias.
El turismo está experimentando una transformación significativa, marcada por la adaptación de la industria a las cambiantes necesidades de los viajeros, en particular tras el impacto del Covid.
Aunque el turismo internacional comenzó a repuntar, todavía se encuentra un 34 % por debajo de los niveles prepandémicos.
Esta nueva realidad representa un desafío sin precedentes, pero también creó oportunidades para explorar perfiles de viajeros emergentes y una democratización del turismo.
El estudio Updating the Boarding Pass elaborado por la agencia de comunicación Another destaca que el turismo en América Latina ha evolucionado para ser más accesible y acorde con un estilo de vida digital.
Factores como el acceso a información en tiempo real, alojamientos alternativos, opciones de transporte más asequibles y un cambio en las preferencias de los turistas hacia experiencias sobre posesiones materiales democratizaron el turismo en la región.
En 2022, el 86,3 % del turismo en América Latina fue doméstico, impulsado por destinos de bajo costo, bellezas naturales y culturales únicas.
Estos viajes regionales se traducen en un gasto del 84 % en ocio y el 16 % restante en trabajo. Las inversiones en turismo se centran en transporte, alimentación, alojamiento, compras, actividades y más.
De acuerdo con el análisis de Another, el turismo vive una reconfiguración: “Las personas están dispuestas a invertir en experiencias de viaje que trascienden lo habitual, especialmente aquellas que complazcan sus aspiraciones actuales como viajeros, impulsando el anhelo de descubrir y planificar en torno al entretenimiento, la cultura, la diversión, la sanación emocional y aventuras inolvidables”.
El estudio destaca cinco nuevos perfiles de viajeros en la era pospandemia:
–Viajero Experiencial: busca experiencias únicas y auténticas en destinos no convencionales. Se preocupa por apoyar a las comunidades locales y se sumerge en la cultura local.
–Viajero sin Culpa: valora la relajación y la desconexión. Disfruta de la tranquilidad y de no tener una agenda apretada. Busca destinos paradisíacos y experiencias gastronómicas de lujo.
–Viajero Zen: busca experiencias de viaje profundas para el crecimiento personal. Combina bienestar físico y mental, participando en retiros de yoga, meditación y explorando culturas locales.
–Nómadas Digitales: trabaja de manera remota mientras explora el mundo. Busca conexiones humanas significativas en los lugares que visita y está interesado en la cultura local.
–Set Jetters: se inspira en las tendencias culturales y en el entretenimiento mediático. Busca recrear en la vida real lo que ve en la pantalla y comparte sus experiencias en redes sociales.
Para satisfacer estas demandas cambiantes, los especialistas en marketing y la industria turística deben adaptarse a estas tendencias emergentes. La clave para construir relaciones sólidas y garantizar la satisfacción de estos viajeros es adaptarse a sus expectativas y deseos únicos.