Un paraíso de experiencias únicas
El archipiélago de Nueva Zelanda ofrece paisajes increíbles y vivencias que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Para amantes de la fotografía, para aventureros y exploradores, tres propuestas únicas.
A diferencia de otros destinos, Nueva Zelanda posee una identidad única que la diferencia del resto del planeta, atrayendo a aquellos que buscan aventuras memorables y un contacto profundo con la naturaleza. En medio del Pacífico, el archipiélago invita a un descubrimiento cultural gracias a sus raíces maoríes y la posterior influencia británica, pero extiende sobre todo un llamado a explorar espacios vírgenes y paisajes extraordinarios. Aquí, tres experiencias que solo se pueden vivir en aquella parte del globo.
Un viaje al fin del mundo: Stewart Island
También conocida como Rakiura, el nombre nativo maori, es la tercera isla más grande de Nueva Zelanda y la más austral del país. Alejada del bullicio de las ciudades, ofrece un refugio de tranquilidad y paisajes vírgenes. Sus playas de arena blanca, sus bosques frondosos y su fauna endémica la convierten en un paraíso para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo.
La isla, a la que se accede en breves vuelos desde el sur del país, cuenta con una extensa red de senderos que permiten explorar sus diferentes ecosistemas, desde bosques húmedos hasta playas desiertas. Es ideal para la observación de fauna, ya que Stewart Island es hogar de una gran variedad de animales únicos, como el kiwi (el ave emblemática de Nueva Zelanda), el kakapo (un loro sin vuelo) y el weka (otra ave no voladora). Un paseo nocturno por las playas permite descubrir los huidizos kiwis en su hábitat natural y, si hay suerte, en una noche muy despejada es posible quizá observar una aurora austral.
También se puede recorrer la costa de la isla en barco o kayak para descubrir sus impresionantes bahías, cuevas marinas y formaciones rocosas. Un plus es la posibilidad de avistar ballenas y delfines en salidas embarcadas. Finalmente, Stewart Island es un paraíso para los amantes de la pesca, con la posibilidad de capturar truchas, salmones y otras especies.
Un encuentro con el fuego: el volcán White Island
White Island, también conocida como Whakaari, es un volcán activo ubicado a unos 50 kilómetros de la costa de la Bahía de Plenty. Este volcán único, con su paisaje lunar y sus fumarolas de azufre, ofrece una experiencia geológica inolvidable.
Las excursiones más impresionantes son las que llevan hasta el cráter mismo del volcán. Allí se pueden observar los lagos de ácido hirviente y las fumarolas de gas, en medio de un ambiente que se diría salido de otro planeta. Todos los sentidos quedan impactados por la experiencia. Para disfrutar de una manera diferente, es posible también realizar un baño de barro terapéutico en las aguas termales del volcán. Finalmente, White Island alberga una gran variedad de aves marinas, como los petreles y los albatros.
Un viaje al mundo subterráneo: las cuevas de Waitomo
Las cuevas de Waitomo, ubicadas en la Isla Norte de Nueva Zelanda, son un sistema de cuevas de piedra caliza que alberga un espectáculo natural único: las luciérnagas de cueva. Estas pequeñas criaturas bioluminescentes iluminan las cuevas con un brillo mágico, creando un ambiente etéreo y fascinante. Es uno de los paseos imperdibles, que también se puede combinar con otro clásico neozelandés, los paisajes donde se filmó El señor de los Anillos.
Entre las actividades, se pueden visitar las cuevas en barco, para observar el mágico espectáculo de las luciérnagas iluminando las paredes y el techo. Asimismo es posible explorar las cuevas a pie para descubrir sus formaciones rocosas y su historia geológica. ¿Más aventura todavía? Descender en balsa por un río subterráneo y observar las luciérnagas desde una perspectiva diferente.
Nueva Zelanda, la conexión natural
Más allá de estas tres experiencias únicas, Nueva Zelanda ofrece un sinfín de posibilidades para aquellos que buscan aventura y conexión con la naturaleza. Desde el esquí y el snowboard en los Alpes del Sur hasta el kayak en los fiordos Milford Sound, hay algo para todos los gustos en este paraíso que no solo es un destino turístico, sino una experiencia cautivante por su belleza natural, su cultura vibrante y su cálida gente.