Seúl, un inolvidable viaje culinario
La vibrante capital de Corea del Sur es un paraíso para los amantes de la comida. Con una rica historia culinaria que se remonta a miles de años, la gastronomía coreana ofrece una explosión de sabores, aromas y texturas.
La cocina coreana se caracteriza por su equilibrio entre lo picante, lo salado, lo agridulce y lo umami. El kimchi, un plato a base de repollo chino fermentado, es un elemento esencial en la mesa coreana y aporta un toque picante y ácido.
En un viaje culinario por Seúl no se puede dejar de probar algunos de los platos más icónicos de la cocina coreana:
-Bibimbap: un colorido y sabroso plato de arroz con verduras, carne, huevo frito y gochujang, una pasta de chile picante.
-Bulgogi: tiras finas de carne de ternera marinadas en soja, ajo, jengibre y sésamo, cocinadas a la parrilla o en una sartén.
-Kimchi jjigae: un guiso picante de kimchi con carne de cerdo, tofu y verduras.
-Tteokbokki: pasteles de arroz masticables cocidos en una salsa picante de gochujang.
-Fideos de vidrio salteados con verduras y carne, sazonados con salsa de soja y sésamo.
Experiencias culinarias
Seúl ofrece una gran variedad de opciones para disfrutar de su deliciosa gastronomía. Se pueden encontrar desde restaurantes tradicionales hasta puestos callejeros y modernos establecimientos con fusiones culinarias.
-Gwangjang Market: un mercado tradicional para probar una gran variedad de comida callejera coreana, como tteokbokki, kimbap y mandu (empanadillas coreanas).
-Myeongdong Kyoja: un callejón lleno de restaurantes que sirven platos coreanos tradicionales a precios asequibles.
-Gangnam: un distrito moderno donde es posible hallar restaurantes de alta cocina coreana e internacional.
-Clases de cocina coreana: una excelente manera de aprender a preparar platos coreanos auténticos y experimentar la cultura local.
Consejos para disfrutar de la comida coreana
Lo primero, comenzar con banchan, pequeños platos de acompañamiento que se sirven con cada comida. Suelen ser verduras fermentadas, kimchi, ensaladas y otros platos picantes. También hay que probar precisamente el kimchi, un plato fundamental en la cocina coreana.No hay que tener miedo del picante, ya que suele estar equilibrado con otros sabores. Si no se es amante del picante, se pueden pedir platos “jun” (menos picantes) o “maewoon” (no picantes). Finalmente, se recomienda utilizar los palillos, el utensilio principal para comer en Corea, y sobre todo disfrutar de la experiencia social, ya que la mejor manera es compartir platos con amigos y familiares para probar diferentes sabores.