Aragón, el antiguo reino español

Con una historia que se remonta a la Edad Media,  combina su legado cultural  con  las mejores estaciones de esquí de España.

Ubicada en el noreste de España, la comunidad autónoma de Aragón es un destino que sorprende a quienes buscan nieve, cultura y aventura. Con un pasado ligado al esplendor del Reino de Aragón, esta región no solo atesora castillos medievales y una gastronomía única, sino que también alberga algunas de las mejores estaciones de esquí de los Pirineos.  

Cada año, miles de viajeros llegan a Aragón en busca de pistas impecables, paisajes nevados y una oferta turística que combina deporte y relax. Las estaciones de Formigal-Panticosa, Cerler, Astún y Candanchú son los principales referentes para quienes desean deslizarse por la nieve en un entorno privilegiado. 

Un legado histórico con vistas a la nieve  

Antes de convertirse en un referente para los amantes del invierno, Aragón fue un reino independiente con gran influencia en la historia de España y el Mediterráneo. Ciudades como Zaragoza, Huesca y Teruel conservan vestigios de su pasado medieval, con construcciones que van desde la majestuosa Aljafería hasta fortalezas que parecieran sacadas de un cuento de hadas.  

En los valles y montañas que hoy albergan pistas de esquí se erigen iglesias románicas, monasterios centenarios y pueblos de piedra, donde el tiempo parece haberse detenido. El Monasterio de San Juan de la Peña, por ejemplo, es una joya del románico escondida entre montañas, y se dice que albergó el Santo Grial durante siglos.  

Las mejores estaciones de esquí de Aragón  

Si algo distingue a Aragón como destino invernal es la calidad de sus estaciones de esquí. Cada una ofrece una experiencia única, adaptada tanto a principiantes como a esquiadores expertos.  

  • Formigal-Panticosa: con 180 km esquiables, es el mayor dominio esquiable de España. Ideal para quienes buscan variedad de pistas, zonas de freestyle y una animada vida après-ski.  
  • Cerler: en el corazón del Pirineo aragonés, ofrece desniveles impresionantes y una nieve de excelente calidad. Es perfecta para esquiadores avanzados y amantes de la adrenalina.  
  • Astún y Candanchú: ubicadas cerca de la frontera con Francia, estas estaciones se complementan y destacan por su entorno natural y un ambiente familiar, ideal para quienes buscan tranquilidad y paisajes de ensueño.  

Más allá del esquí: experiencias invernales en Aragón  

Para quienes desean disfrutar del invierno sin ponerse esquís, Aragón ofrece múltiples alternativas. Excursiones con raquetas de nieve, paseos en trineo tirado por perros y circuitos de spa en hoteles de montaña son algunas de las opciones disponibles.  

Los pueblos nevados como Jaca, Aínsa o Albarracín son perfectos para una escapada invernal con un toque cultural. Sus calles empedradas, iglesias centenarias y gastronomía reconfortante —con platos como la ternera del Pirineo o la migas aragonesas— convierten cualquier viaje en una experiencia inolvidable.  

Además, el invierno en Aragón es escenario de festivales y tradiciones únicas, como la Fiesta de San Antón, en la que las hogueras iluminan la nieve, o las representaciones de los Tambores de Calanda, un espectáculo sonoro que resuena en la piel y el alma, y que los visitantes se llevarán entre los recuerdos de su viaje.

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