Cumplir el sueño de casarse en el Caribe
Se trata de una oportunidad de comenzar un nuevo ciclo en un lugar que, sin dudas, asociamos con el Paraíso.
En un reportaje de hace algunos años, el autor catalán de literatura de viajes Gabi Martínez afirmó: «Viajar es cumplir la aspiración de un verano eterno”. Y qué otro lugar corresponde tanto al verano como las playas del Caribe, el entorno que hoy se asocia con el Paraíso.
Entonces, a la galería del imaginario de la felicidad le sumamos otro elemento: la boda. El resultado es la celebración de una boda en una paradisíaca playa del Caribe. ¡Bingo!
La buena noticia es que, en los últimos tiempos, una boda así ha pasado al plano de lo real. Muchos novios, de esta manera, ven cumplido el sueño que antes era privativo de una pequeñísima élite. Con nombres tan tentadores como Crazy in Love, Tropical Breeze, Paraíso o Solos los Dos, numerosos hoteles all inclusive del Caribe ofrecen convenientes paquetes para que las parejas vivan una boda diferente. Cabe aclarar que el concepto de “boda” es amigable y lábil, ya que la celebración puede ser también el pedido de mano, el compromiso o la renovación de votos matrimoniales. Asimismo, la boda puede ser simbólica (sin valor legal), civil, igualitaria o religiosa –si bien los cristianos deben realizarla en un templo.
En la Argentina, debido a los costos locales (las fiestas premium suelen cotizarse en dólares), los novios comenzaron a hacer cálculos, comparando fiestas con viajes y las cuentas fueron decisivas. El año pasado, por ejemplo, RCD Hotels, el holding que maneja la marca Hard Rock Hotels, sumó 21 casamientos de parejas argentinas y cuenta con crecientes reservas para 2024. Las ofertas se multiplican en diferentes resorts con variantes en servicios, destinos e invitados. El público es mayoritariamente de un alto poder adquisitivo (así como las personas invitadas), pero se están incorporando más consumidores de clase media que optan por una celebración distinta y reducida.
Los destinos más elegidos son los resorts de Punta Cana (República Dominicana), de La Riviera Maya (México) y también de Cuba.
Las principales cadenas hoteleras ofrecen planes de boda personalizados, partiendo de una ceremonia simple con un gazebo frente al mar, seguida por un brindis y con un número reducido de invitados (cortesía del hotel); pero los novios pueden sumar servicios como torta de bodas, catering, arreglos florales, DJ, fotógrafo, maquillaje y peluquería.
Los destinos de lujo del Caribe también están en la mira de esta tendencia. En 2023, un 30 % más de latinoamericanos celebraron su boda en Antigua y Barbuda, un destino que desde 2015 hasta 2020 fue elegido como el más romántico y premium para bodas. Por su parte, la playa Eagle Beach, en Aruba, fue votada en TripAdvisor como la número uno del Caribe y la segunda a nivel mundial. Seleccionada como el segundo mejor destino promocionado en Argentina, recibió el año pasado a 20 parejas de argentinos y para este año se prevé un crecimiento significativo de las bodas.
La industria turística, a través de sus wedding specialists (especialistas en bodas) se esfuerza en que las parejas puedan aunar una ceremonia a medida con unos días de relax, lejos del estrés que suponen los preparativos de una fiesta más un viaje de luna de miel. Ya sea en un entorno íntimo como en compañía de los seres más queridos, una boda de esta naturaleza se extiende más allá de una noche y es la oportunidad de comenzar un nuevo ciclo en un lugar que, sin dudas, asociamos con el Paraíso.