El futuro del All Inclusive luego de la pandemia
Desde que Club Med hace 70 años lanzó la idea, muchas cadenas probaron suerte con el All Inclusive y le dieron al turismo una cara diferente. Mal no les fue, la pregunta es cómo funcionarán esas instalaciones en los tiempos que vienen.
Antes que llegara la Covid, los resorts todo incluido eran el mercado de más rápido crecimiento en el sector del alojamiento que ofrecían un alto retorno de la inversión, con una demanda creciente. Cuando Marriott entró en 2019 al segmento comprando una cadena de siete resorts de lujo en Barbados (después de renegar durante años del modelo), fue la comprobación del futuro exitoso del negocio.
La semana pasada, la compañía anunció una mayor expansión al firmar un acuerdo para presentar el primer resort todo incluido de Westin en Sudamérica.
Al llegar la pandemia los resorts todo incluido, al igual que los hoteles o las líneas de cruceros, sufrieron un gran golpe que los obligó a reinventar la forma de administrar y comercializar las propiedades para un usuario diferente: Las imágenes de multitudes bebiendo cerveza o tragos sin cesar en el bar de la piscina y las playas abarrotadas de reposeras, de repente evocaron temor, en lugar de una feliz escapada de la realidad.
Sin embargo, a diferencia de los buques gigantes en medio del océano, los resorts se ubican por lo general en grandes terrenos, lo que les permitió reiniciar sus operaciones aunque con capacidad limitada, y varios destinos en el Caribe, México y partes de Europa reciben a los visitantes nuevamente. La demanda ha retrocedido lentamente desde entonces, bajando y creciendo de acuerdo con el progreso de Covid en los mercados emisivos.
“Este segmento está bien posicionado para aprovechar la recuperación del turismo debido al perfil de huésped que atrae y la capacidad de impartir confianza al viajero que va a vivir unas vacaciones seguras”, dijo Rogerio Basso, director de turismo del brazo del sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo, y señaló que “los complejos turísticos con todo incluido son maestros en el control de multitudes y previsibilidad”.
El atractivo de los servicios dentro de un espacio monitoreado pero abierto es fuerte para el consumidor post-Covid y eso es a lo que apuestan los complejos turísticos, junto con la demanda acumulada. Como resultado las marcas más destacadas del sector continúan cerrando adquisiciones y nuevas construcciones.
Pero ¿cuánto ha transformado la Covid el modelo de resort todo incluido más allá de la tecnología y la seguridad? ¿Cómo se resolverá la ecuación costos, ocupación y precio de venta?
El modelo, a excepción del segmento Premium, está basado en un precio de venta accesible con costos amortizados por masa crítica elevada de pasajeros. ¿Cómo resolverán los temas de distanciamiento en las piscinas, playas, entretenimientos, bares o los gigantescos bufets?
Posiblemente sin preverlo, las empresas se verán forzadas no solo a reformular la ecuación ocupación/ costo/ precio de venta, sino a modificar el producto teniendo en cuenta la disminución de pasajeros y las características más exigente que todo indica tendrán los que viajen.
A Sandals Resorts, con sede en Jamaica, se le atribuye la introducción del concepto Premium o de lujo, creando cinco marcas que se dirigen a segmentos de clientes específicos, con precios elevados. Seguramente no sufran el impacto post Covid, como otras marcas que basaron su producto en la masividad, muchas veces excesiva, a precios moderados.
“Estamos limpiando nuestros sistemas de aire acondicionado después de cada visita a nuestros Resorts, lo cual no tiene precedentes”, dijo Adam Stewart, CEO de Sandals. ”Tenemos guardias para asegurar que se coordine el distanciamiento social; más personal porque tenemos más transporte y más partes móviles para mantener el distanciamiento social… ”
Está claro que la mayoria de las cadenas, para lograr lo que comenta Steward y brindar en sus propiedades el marco de seguridad que buscará el pasajero con limitaciones en su ocupación, deberán olvidarse por un tiempo de las utilidades que obtuvieron y de los precios de venta que conocimos
Algunos establecimientos All Inclusive en el Caribe han sido multados por los gobiernos por ignorar las prohibiciones de las fiestas o por no controlar a los grupos de residentes locales que no respetan los protocolos de seguridad. Otros han experimentado brotes de Covid y a pesar de todas las garantías en los mensajes de marketing, está claro que ningún destino o producto turístico puede garantizar estar libre de riesgo de Covid hasta que la vacunación haya alcanzado niveles globales.
Los resorts todo incluido del tamaño “boutique” que cuentan con piscinas privadas y cabañas sobre el agua, así como con acceso rápido a la playa, están recibiendo más demanda. La anticipación de las reservas se ha acortado, lo que hace que no se pueda proyectar siquiera a mediano plazo, si bien se han beneficiado, hasta ahora, por estar los cruceros amarrados en los puertos a la espera que los autoricen salir a navegar.
El camino de regreso a utilidades récord que supieron tener, puede parecer realmente prometedor para los productos de lujo, pero ocurrirá en medio de una situación social en la que el panorama turístico no estará aislado de desigualdades sociales cada vez más profundas, crisis ambientales y reducción de la demanda.
Este segmento probablemente enfrentará mayores desafíos y responsabilidades de lo que están habituados. Una porción importante de los pasajeros post-Covid tendrá un mayor grado de exigencias y expectativas relacionadas con las comunidades impactadas que los rodean y la seguridad, que por lujosas suites con servicio de mayordomo y piscinas privadas deslumbrantes.