La España Verde, un paraíso de historia y naturaleza
Con este nombre se conoce la región que abarca las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, una joya del norte de la península ibérica con exuberantes paisajes, rica historia y cultura vibrante.
En cada rincón de estas regiones españolas, los viajeros encuentran una mezcla de naturaleza impresionante, playas espectaculares, patrimonio histórico y una gastronomía excepcional. El itinerario se puede hacer en el sentido que el viajero desee: desde el País Vasco hacia Galicia, pasando por Cantabria y Asturias, o viceversa. Cualquiera sea la elección, se conocerán sabores, paisajes y monumentos excepcionales.
Galicia, tierra de mitos y maravillas
Conocida por su fuerte identidad celta y su impresionante costa atlántica, la región es hogar del famoso Camino de Santiago, que culmina en la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela, un sitio de peregrinación de importancia mundial. Allí es posible cruzarse con personas llegadas de diferentes partes del mundo para apreciar un lugar que desde tiempos medievales convoca por su misticismo y belleza. Además, la Costa da Morte, con su salvaje belleza y acantilados escarpados, ofrece vistas espectaculares y el legendario Faro de Finisterre, considerado el «fin del mundo» en la antigüedad.
Galicia tiene una rica herencia cultural, influenciada por sus antiguos habitantes celtas y romanos. Las tradiciones locales, como la música celta y las fiestas populares, reflejan esta mezcla única de influencias históricas. Sus verdes paisajes rurales guardan también numerosas leyendas y creencias mágicas, que el viajero puede recuperar a cada paso.
Entre las recomendaciones, no hay que perderse el mercado de Abastos en Santiago de Compostela para degustar productos locales —muy especialmente la cocina a base de productos de mar, como el célebre pulpo a la gallega, o la empanada gallega— y vale la pena visitar el Santuario de la Virgen de la Barca en Muxía, en la provincia de La Coruña, un lugar de gran significado religioso y vistas impresionantes. También un paseo por las murallas de Lugo, la ciudad más antigua de Galicia, y los paisajes marítimos de Vigo completan el viaje por la mágica Galicia.
“El itinerario se puede hacer en el sentido que el viajero desee: desde el País Vasco hacia Galicia,
pasando por Cantabria y Asturias, o viceversa.”
Asturias, la principesca
Asturias es famosa por sus paisajes montañosos y su costa escarpada. Conocida como el «reino de las montañas», fue uno de los primeros núcleos de resistencia cristiana durante la Reconquista de los territorios españoles en manos de los moros. Su patrimonio histórico está bien conservado en sus iglesias prerrománicas y en el espíritu independiente de sus habitantes.
El Parque Nacional de los Picos de Europa es un destino obligado, con rutas de senderismo como la Ruta del Cares y los impresionantes Lagos de Covadonga. Entre las montañas se pueden conocer pequeños poblados que parecen apartados del mundo, y descubrir la elaboración del Queso de Cabrales, una variante de queso azul a base de leche de vaca, cabra u oveja sin pasteurizar.
Por su parte la ciudad de Oviedo, con su hermosa Catedral de San Salvador, enfrentada a la estatua de La Regenta —un famoso personaje literario creado por Leopoldo Alas— y sus animadas sidrerías, ofrece una rica experiencia cultural y gastronómica. Oviedo también es un excelente lugar para probar la fabada asturiana, un guiso a base de habas perfecto para combinar con la sidra. Y no hay que irse sin explorar los pequeños pueblos pesqueros de la costa, como Cudillero, para tener una experiencia auténtica.
Cantabria, belleza natural y arte rupestre
Cantabria ofrece una combinación única de montañas y playas. La capital, Santander, es conocida por su elegante Palacio de la Magdalena, donde funciona una universidad de verano, y la bella Playa del Sardinero. La ciudad comenzó a cobrar importancia cuando los reyes de España hicieron de Santander uno de sus balnearios favoritos, desde fines del siglo XIX, y conserva aún ese aire señorial que la distingue. En materia de arte se destaca el Centro Botín, diseñado por Renzo Piano, que permite disfrutar del arte moderno en medio de un impresionante entorno costero.
Entre los lugares más destacados de Cantabria se encuentra también el espectacular pueblo medieval de Santillana del Mar, con su Colegiata de Santa Juliana y el Museo de Altamira, donde se pueden ver réplicas de las famosas pinturas rupestres. Es un destino cultural destacado que no hay que perderse, pero si se quiere visitar las cuevas habrá que tener en cuenta que, por razones de preservación, esta “Capilla Sixtina del Arte Rupestre” solo recibe un máximo de 260 personas al año, con un régimen de acceso muy controlado.
País Vasco, innovación y tradición
El País Vasco tiene una identidad cultural y lingüística única, con una historia que incluye una resistencia feroz a la romanización y una fuerte tradición marinera. Su lengua, el euskera, es uno de los idiomas más antiguos de Europa.
La región es famosa por sus ciudades vibrantes y su rica tradición culinaria. Bilbao, con el icónico Museo Guggenheim, un diseño del arquitecto Frank Gehry, es un ejemplo de regeneración urbana y arte contemporáneo.
San Sebastián es un tradicional balneario conocido por su espléndida situación geográfica y la espléndida playa de La Concha, donde se encuentra el célebre Peine de los Vientos de Eduardo Chillida. Aquí se dan cita todos los años las estrellas del cine mundial, para el Festival de San Sebastián. También es el lugar perfecto para los amantes de la gastronomía, con sus famosos pintxos (pequeñas tapas que resultan como platos elaborados en miniatura). Vitoria-Gasteiz, la capital administrativa, ofrece un hermoso casco antiguo y extensas zonas verdes. Si se quiere seguir viaje hacia Francia, vale la pena hacer un alto en el pintoresco pueblo de Hondarribia, el último antes de la frontera.