Llegó la hora de las auroras boreales

La temporada de auroras boreales ya empezó y los años 2024 y 2025 se perfilan como momentos excepcionales para presenciar este fenómeno natural que cada vez más es, también, un fenómeno turístico.

La meteorología tiene su cuota de imprevisibilidad y misterio. Si no, que lo digan quienes sin buscarlo tuvieron la suerte de experimentar las auroras (australes) que se avistaron recientemente en la Patagonia argentina, gracias a una conjunción de factores de clima y tormentas solares. Sin embargo, también es posible planificar y este año especialmente se asegura que será ideal para avistar auroras boreales. ¿El motivo? Este período invernal en el hemisferio norte coincide con el máximo solar, una fase del ciclo de 11 años del sol caracterizada por una actividad solar intensificada, lo que incrementa la frecuencia y espectacularidad de las auroras boreales.

¿Cómo se forman las auroras?

El máximo solar es una etapa en la que el Sol alcanza su mayor actividad, manifestada en un aumento de manchas solares, erupciones y eyecciones de masa coronal. Durante este período, el campo magnético solar se invierte, intensificando los procesos que generan las auroras boreales. Según expertos, este máximo solar, inicialmente previsto para 2025, se ha adelantado y esta actividad solar incrementada resulta en auroras más frecuentes e intensas, que ofrecen oportunidades únicas para su observación.

El máximo solar no solo intensifica la frecuencia y brillo de las auroras, sino que también puede provocar su aparición en latitudes más bajas de lo habitual. Durante períodos de alta actividad solar, se han registrado avistamientos de auroras en regiones más al sur, ofreciendo oportunidades únicas para quienes no pueden viajar a zonas polares. Sin embargo, estos eventos son menos predecibles y dependen de condiciones específicas de la actividad solar.

Las auroras boreales se originan cuando partículas cargadas emitidas por el sol interactúan con el campo magnético terrestre. Estas partículas son dirigidas hacia los polos, donde colisionan con átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera, liberando energía en forma de luz. El oxígeno produce tonalidades verdes y, ocasionalmente, rojas, mientras que el nitrógeno genera matices violetas, púrpuras y azules. Este espectáculo lumínico es visible en regiones cercanas al círculo polar ártico, especialmente durante los meses de invierno, cuando las noches son más largas y oscuras.

Alta, la ciudad de las auroras boreales

Ubicada en el norte de Noruega, Alta es conocida como la «Ciudad de las Auroras Boreales». Situada directamente bajo el óvalo auroral y con mínima contaminación lumínica, ofrece condiciones óptimas para la observación de este fenómeno. A finales del siglo XIX, se construyó cerca de Alta el primer observatorio permanente de auroras boreales del mundo. Además, la región ofrece experiencias únicas, como expediciones en pequeños barcos de expedición, alejados de las luces de la civilización, aumentando las posibilidades de presenciar auroras en todo su esplendor.

Para quienes deseen experimentar las auroras boreales durante este período de máxima actividad solar, es recomendable planificar con anticipación. Los meses de invierno, desde finales de septiembre hasta marzo, son ideales para la observación, con diciembre y enero como los más propicios debido a las noches largas y oscuras. Además de Noruega, otros destinos destacados incluyen Islandia, Finlandia, Suecia y Canadá, todos ubicados en latitudes altas donde las auroras son más frecuentes.

Consejos para una experiencia óptima

-Elección del destino: optar por lugares con baja contaminación lumínica y cielos despejados aumenta las posibilidades de avistamiento.

-Duración de la estadía: permanecer al menos una semana incrementa las oportunidades de observar auroras, ya que su aparición depende de condiciones meteorológicas y actividad solar.

  • Actividades complementarias: participar en excursiones guiadas, safaris en trineo de perros o visitas a comunidades locales en regiones árticas enriquece la experiencia de viaje.

Preparativos para la observación

-Monitoreo de la actividad solar: utilizar aplicaciones y sitios web especializados que proporcionan pronósticos de auroras basados en la actividad solar y las condiciones meteorológicas.

-Equipo fotográfico adecuado: para capturar imágenes de las auroras, se recomienda una cámara con capacidad de exposición prolongada y un trípode estable.

-Vestimenta apropiada: las regiones árticas presentan temperaturas extremadamente bajas; es esencial contar con ropa térmica y accesorios que protejan del frío.

También te podría gustar...