Perfil del turista postpandemia
Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) llevaron adelante un estudio en el que analizaron cómo el riesgo sanitario afectó las formas de viajar e identificaron tres tipos de turistas y sus motivaciones.
«Las personas han tenido diferentes reacciones en relación con su comportamiento como turistas. Algunas han presentado señales de querer cambiar sus hábitos de consumo y su manera de hacer turismo, mientras que otras no lo han hecho o solo lo han hecho muy superficialmente», comenta Francesc González, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y miembro del grupo Noutur (Nuevas Perspectivas en Turismo y Ocio) de la UOC, quien lideró este estudio.
Perfiles de turista
La investigación identifica tres perfiles de turista en función de su intención de cambiar sus hábitos turísticos y su comportamiento de cara al futuro en la manera de organizar un viaje y decidir cuándo y cómo visitar determinados lugares.
El primero hace referencia al turista preocupado, que manifiesta querer cambiar su modo de vivir tras la pandemia y, por lo tanto, su forma de viajar.
El segundo perfil se identifica con el turista pragmático, una persona sensible al riesgo asociado al turismo, pero que no realiza cambios profundos en su manera de viajar. «Este tipo de turista solo cambia su comportamiento temporalmente, mientras dure la pandemia», destaca González.
Por último, el turista escéptico es aquel que no quiere cambiar ni el comportamiento ni sus hábitos de viaje, no muestra aversión al riesgo y manifiesta la voluntad de seguir desplazándose a lugares de turismo de masas.
Estos perfiles, bastante heterogéneos sociodemográficamente según el investigador de la UOC, fueron elaborados a partir de encuestas a 500 turistas españoles tras la primera ola de Covid-19 y el confinamiento, cuando aún no se contaba con una vacuna. De las personas encuestadas, el 33,7 % eran hombres y el 66,3 % eran mujeres, con edades entre 35 y 45 años, y 46 y 54 años. En cuanto al nivel de estudios, el 53,5 % tenía un nivel medio y el 33 % estaba graduado. Además, el 79 % tenía trabajo, mientras que un 21 % estaba desempleado.
Tendencias a corto plazo
A pesar de que enfermedades como el coronavirus se transmiten rápidamente debido a la globalización, especialmente en áreas con un elevado número de habitantes, según los autores, el comportamiento de parte de los turistas cambió a corto plazo. “Los resultados del estudio apuntan a que no existe un temor generalizado a continuar viajando en el futuro, ni a hacerlo de manera radicalmente diferente”, apunta González.
Aunque tras las olas iniciales del virus se hablaba de un cambio de hábitos y preferencias en el sector turístico -mayor tendencia al turismo de naturaleza y destinos rurales-, hoy hay un gran número de viajeros que, a largo plazo, sigue confiando en lugares tradicionales de turismo de masas de sol y playa. «La mayoría de los turistas no asocia viajar a esos lugares con gran cantidad de gente con tener mayor riesgo de contraer la enfermedad. Es más, en muchos casos, los perciben como lugares seguros», asegura el investigador.
Si bien es cierto que en un primer momento las caídas en las cifras de turismo supusieron pérdidas millonarias para el sector, actualmente se aleja esa creencia de que el turismo de masas «vaya a desaparecer», concluye González.