Pruebas rápidas en aeropuertos ¿un asunto de percepción de seguridad?
La industria aérea tiene la esperanza de que las pruebas rápidas de Covid-19 sean la forma de convencer a los pasajeros de volar nuevamente. Sin embargo, algunos expertos se preguntan si esta es una estrategia eficaz para combatir la propagación de Covid-19 o es más un asunto de percepción de seguridad.
United Airlines, por ejemplo, anunció que será la primera aerolínea estadounidense en entregar pruebas rápidas a los pasajeros a partir del 15 de octubre, cuando lance sus itinerarios desde San Francisco a Hawái. Los pasajeros pueden realizarse una prueba en el aeropuerto californiano con resultados disponibles en 15 minutos o una prueba en casa 72 horas antes del vuelo y enviar los hisopos por correo o dejarlos en el aeropuerto, explicaron desde la aerolínea sobre esta medida, que les evita a sus pasajeros la cuarentena de 14 días exigida por el estado insular estadounidense
Otro caso es el de Emirates, que en meses pasados anunció una prueba de respuesta rápida para vuelos desde su centro de Dubái a Túnez, pero abandonó el programa después de que se descubrió que solo tenía un 30% de efectividad.
La IATA, por su parte, ha pasado semanas pidiendo a los gobiernos que permitan reemplazar las cuarentenas por pruebas de respuesta rápida, ya que las primeras, según dicen, son “asesinas de la demanda” de viajes. Según la Asociación, el “mosaico” de diferentes regulaciones hace que planificar un viaje hoy sea imposible.
Y por otro lado, las pruebas a la llegada, como han propuesto algunos países, también reducen la demanda, ya que los pasajeros pueden preocuparse por tener que ponerse en cuarentena si dan positivo.
La mirada de los científicos
Para los expertos, el problema con todos estos planes es la eficacia de las pruebas. Los controles de temperatura, que han comenzado muchos aeropuertos y aerolíneas, no detectan a los portadores asintomáticos de la enfermedad. Y las diversas pruebas de anticuerpos, ácidos nucleicos y proteínas pueden dar como resultado falsos negativos.
Más importante aún, esas pruebas pueden pasar por alto a las personas que han sido infectadas en el aeropuerto o incluso uno o dos días antes del viaje, dijo la escritora científica Laurie Garrett en un foro la semana pasada. A diferencia del SARS, las personas infectadas con el coronavirus son más infecciosas uno o dos días antes de comenzar a mostrar síntomas, dijo.
El mejor escenario de Garrett es un período de 36 meses para que la pandemia siga su curso y se controle con éxito con una vacuna. Las aerolíneas lo han reconocido tácitamente. El CEO de United, Scott Kirby, por ejemplo, dijo que la aerolínea espera tener la mitad de su tamaño hasta fines del próximo año. Y la IATA ha dicho que no verá una recuperación completa hasta 2024.
El concepto de “Health Teather”
A raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre, los gobiernos impusieron una variedad de medidas de seguridad (quitarse los zapatos, prohibir líquidos) que continúan a pesar de que esas amenazas han disminuido; es lo que los expertos en seguridad llaman «security theater”, un concepto que no debe traducirse literalmente al español. En realidad el «security theater” hace referencia a un esfuerzo por “proporcionar la sensación de seguridad en lugar de la realidad”.
Entonces, ¿estas pruebas de respuesta rápida son similares? Sí y no, responden los expertos. Sí, porque pueden evitar que algunos pasajeros infectados y contagiosos suban a la aeronave y propaguen la enfermedad en el avión o en su destino. Y no, porque es más probable que estas pruebas sean un “health theater” más para disipar temores que para servir a cualquier interés de salud pública.
En otras palabras, es posible que las aerolíneas y los pasajeros ansiosos por viajar deban esperar la distribución generalizada de una vacuna eficaz.