Sarasota, la otra cara de Florida

Ubicada en la costa del Golfo de México, la vibrante ciudad combina cultura y tranquilidad.

Para llegar a Sarasota, se atraviesa la península de Florida, un recorrido que pasa por los majestuosos pantanos de los Everglades. Esta región es hogar de aligátores, tortugas y hasta «panteras» de Florida, una subespecie única de pumas. A medida que se avanza hacia la costa oeste, los suburbios comienzan a dar paso a intrincados sistemas de islas, puentes y playas que hacen del litoral un lugar único.

Sarasota, ubicada al sur de Tampa, se extiende como una joya costera en medio de este paisaje. Es un lugar donde la naturaleza y la urbanidad conviven en armonía, ofreciendo un abanico de playas, desde las vibrantes arenas de Siesta Key hasta los refugios tranquilos de Turtle Beach y Longboat Key.

Arte e historia circense

La ciudad es mucho más que playas. Sarasota se enorgullece de su herencia cultural y artística, una faceta que se refleja en su centro histórico, sus museos y sus calles llenas de boutiques y galerías. Uno de los mayores atractivos culturales es el Museo de Arte John and Mable Ringling, un tributo al legado circense de los hermanos Ringling, quienes transformaron el entretenimiento en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Este museo alberga una impresionante colección de arte barroco europeo y ofrece recorridos temáticos que celebran el mundo del circo.

No lejos del museo, se encuentra la Ca d’Zan, una mansión que refleja la opulencia de los Ringling y su pasión por la arquitectura veneciana. Con sus 56 habitaciones y su fachada elaborada, esta residencia es un símbolo del esplendor que definió a la ciudad en el siglo pasado.

Un monumento controvertido

En el Bayfront Park, los visitantes son recibidos por la gigantesca escultura Unconditional Surrender. Esta representación de un beso entre un soldado y una enfermera, inspirado en una foto de la Segunda Guerra Mundial, ha generado debate por las implicancias modernas de consentimiento. Más allá de las opiniones, esta escultura de 7,5 metros de altura se ha convertido en un ícono local y un lugar popular para fotografías.

Un destino de playa

Sarasota ofrece una experiencia única para los amantes de las playas. Siesta Key, con su arena blanca compuesta de finísimos cristales de cuarzo, es ideal para quienes buscan la perfección caribeña sin salir de Estados Unidos. En Lido Key, el ambiente se anima con actividades nocturnas y propuestas gastronómicas, mientras que Longboat Key y Turtle Beach invitan a la contemplación y la serenidad.

Gastronomía y compras

Sarasota también destaca por su oferta gastronómica, desde restaurantes amish como Yoder’s hasta elegantes terrazas frente al mar. Los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de sabores y tradiciones culinarias. En cuanto a las compras, los Premium Outlets de Ellenton y las tiendas de antigüedades en Main Street ofrecen experiencias para todos los gustos.

Un toque de magia urbana

Uno de los aspectos más encantadores de Sarasota son las Fairy Doors, pequeñas puertas decorativas escondidas en los zócalos de edificios del centro. Estas diminutas obras de arte, que comenzaron como un proyecto de una maestra jubilada en 2018, han capturado la imaginación de los locales y visitantes. Entre los lugares donde se pueden encontrar están la Iglesia Santa Marta, el restaurante Melvin Cocina Mexicana y St. Armand’s Circle. La búsqueda de estas puertas se ha convertido en una actividad favorita para familias y curiosos, añadiendo un toque de fantasía a la ciudad.

Un itinerario perfecto de dos días

Para aprovechar al máximo una visita a Sarasota:

  • Día 1: Explorar el centro, buscar las puertas de hadas, disfrutar de la arena de Siesta Key y admirar la puesta de sol desde Bayfront Park.
  • Día 2: Visitar el Museo Ringling y la Ca d’Zan, fotografiar flamencos en los Jungle Gardens, y terminar el día con compras o una cena en el centro.

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